Feeds:
Posts
Comments

Posts Tagged ‘Salmo 143’

Ninguna alegría acompaña a una oración que ha sido devuelta al remitente. Los cielos oscuros y silenciosos se burlan de nuestros intentos de penetrar en ellos. Nuestras palabras se desvían y caen en el suelo que ha sido humedecido por nuestras lágrimas y compactado por nuestro inquieto caminar.

Cualquiera que haya orado a Dios ha conocido la amarga falta de respuesta. Eso seca a la persona:

A ti extiendo mis manos;
mi alma te anhela como la tierra sedienta. 

Salmo 143:6 (LBLA)

La desecación del alma nos hace orar con nuevo fervor, aunque rara vez con recursos ampliados. Si Dios no responde, hemos terminado. El tiempo se pierde, nos queda muy poco:

Respóndeme pronto, oh Señor, 
porque mi espíritu desfallece;
no escondas de mí tu rostro,
para que no llegue yo a ser como los que descienden a la sepultura. 

Salmo 143:7 (LBLA)

El Salmo 143 no ofrece ninguna garantía. Su regalo es el pequeño retrato que presenta de un hombre o una mujer que ora con desesperación. Nosotros también golpeamos nuestras almas contra la puerta inflexible del cielo de esta manera.

Hay una bendición -sólo un poco- en saber que no somos los primeros. O los únicos.

Otras facetas de la antología bíblica responderán a su manera a la situación del alma del salmista. Este salmista, sin embargo, no tiene nada más que decir. Sólo puede esperar.

Advertisement

Read Full Post »