Amigos, unas breves palabras en memoria de un pastor del pueblo: Monseñor Romero.
Hoy hace 30 años la historia de América Latina jamás volvió a ser la misma. Hoy hace 30 años moría en medio del destello de las balas asesinas un profeta del pueblo.
Murió abrazando no su causa, sino la causa de Jesús por amor a las personas más vulnerables. Murió sencillamente porque su voz fue molestar para algunos, cuando él solamente decidió ser megáfono humano; pastor que reprodujo los gritos de dolor, humillación y vejación de un pueblo reprimido.
Al igual que el Maestro estaba consciente que no ‘había mayor amor que dar la vida por el bienestar de otros’. Y Así fue como vivió su vida, una constante entrega hasta el último aliento de vida.
Romero, no soy católico pero sí tu hermano en la fe.
Que tu vida y muerte nos recuerde que ser cristiano se traduce en entrega. Sí, entrega de las ideas, el servicio, el amor y hasta la vida por otros. Porque solo aquel que se atreve a entregar la vida por causa del Reino, en verdad la hallará.
Quizás por eso dijo con tal convicción:
‘Si me matan, resucitaré en el pueblo salvadoreño.’
Y efectivamente Oscar Romero resucitó…para legarnos un ejemplo de justicia, coraje y compasión, valores perennes que deberíamos encarnar todos aquellos que creemos que el Evangelio es luz y esperanza para los que hoy sufren por muchas causas.
HOLA HERMANO ALEXANDER!!! Deseo que te encuentres muy bien tu y tu flia! La verdad muy inspirador tu escrito…me lleva a pensar que importante es ser un “HACEDOR de LA PALABRA” como lo dice la carta de Santiago 1:22 y no un simple “OIDOR” de ELLA.Te deseo toda la bendición del cielo para este año 2010 y te animo a que sigas escribiendo tus mensajes que son de mucha edificasión para la iglesia de JESUS!!! ARRIBA QUERIDO AMIGO!!! Un cordial saludo desde CIUDAD DEL PLATA-dpto de SAN JOSË-URUGUAY.